Desde la Senda de la Naturaleza queremos promover proyectos que tengan que ver con las líneas de pensamiento que difundimos, seguimos y respetamos en nuestra comunidad.

Uno de estos proyectos interesantísimos es el #ProyectoDescarrila que busca ofrecer soporte e inspiración para todos aquellos que se encuentran un poco perdidos en su vida cotidiana, la mayor parte de las veces por estar dedicando su vida a cosas que no les llenan: trabajos que no les motivan, personas que les anulan, rutinas que desmerecen sus talentos y deseos…

Hay algunas personas afortunadas que viven de su vocación y con sus más y sus menos (todo el mundo tiene derecho a su minidosis de pereza el lunes por la mañana después de un maravilloso finde en familia que no quieres que acabe nunca), acuden felices a su puesto de trabajo y pueden darlo todo en su día a día, viviendo lo que según el yoga es su dharma y en palabras más llanas “lo que has venido a hacer a esta vida”.

Sin embargo, hay muchas otras personas (sí, lamentablemente la proporción está bastante desequilibrada) que no disfrutan de esa realidad.

Trabajan porque hay que pagar facturas, porque hay que comer… “y de sueños no se vive”

¡Ay, pollito! He ahí el conflicto.

Hay quien no tiene aspiraciones concretas o que las puede ir entretejiendo con cualquier empleo que le sume algo de cash en el bolsillo a fin de mes para unas copillas, algún que otro cine, ir de compras o alguna escapada… y está tan bien como el que vive de su vocación, no lo tergiversemos.

Pero hay quien vive dando tumbos, de trabajo que no le llena a trabajo con el que no le alcanza, soñando una vida (generalmente una vida concreta) que por un motivo u otro no se permite vivir… porque nunca hay tiempo, porque nunca hay dinero, porque le han dicho que del arte no se vive, porque montar un negocio es arriesgado y nunca sale bien, porque salir del país complicaría las cosas y además no habla otro idioma, porque ya está viejo/a para aprender un oficio, porque… mil cosas. 

Y son precisamente esas personas las que en el fondo de su corazón se sienten atadas a vías que alguien puso para ellos, siguiéndolas a regañadientes al principio y por costumbre con el paso de los años, pero sus corazones anhelan precisamente descarrilar.

Para todas esas personas, incluso para ti si sientes que esas palabras te resuenan dentro, existe el #ProyectoDescarrila, en el que tienen cabida historias de descarrilados que se atrevieron a dar el paso y triunfaron, para inspirar a los que aún están dudando; testimonios de arrepentidos y orgullosos, de sabios y creativos, de todo aquel que tenga algo que aportar que ayude a los atados a vías ajenas a dar el salto…

¿Y tú? ¿Tienes algo que aportar al Proyecto?

Ponte en contacto con el Proyecto Descarrila o echa un vistazo con más detenimiento a su web.

¡No tiene desperdicio!

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