Parece que solo en las películas puedes encontrar historias de cambios radicales y reinvenciones profesionales, de sueños alcanzados y de inspiración fantástica… pero en la vida real existen personas que persiguen sus sueños y los logran, que deciden cambiar su vida y lo consiguen… y prueba de ello es la maravillosa historia de Daniel Bermejo: un genio del networking que además baila como los ángeles y dirige junto a su mujer una escuela de baile, sencillamente porque es su pasión.

¿Quieres conocerle? Pues sigue leyendo… te lo cuenta de primera mano él mismo:

“Todo empezó en 2005.

Hacía deporte (Atletismo, Balonmano y Baile deportivo, todo a nivel nacional) y trabajaba reparando telefonía móvil en un puesto de 1000 euros al mes, cuando me llamaron al despacho para decirme que les gustaba como trabajaba y que en 15 días me hacían indefinido.

Decidí entonces que les daba esos mismos 15 días para, si querían, enseñaba yo a alguien a desarrollar mi puesto, ya que dejaba todo (trabajo, deportes y hobbies) por intentar una mejora laboral: quería opositar a bombero.

¿Por qué? Porque el trabajo me apasiona, el tiempo libre de ese puesto también, y el sueldo no está nada mal (quizás corto para el tiempo libre que tienen, jaja). Y porque en nuestro país el mejor empleo imaginable para la mayoría de la gente es ser funcionario.


A los 2 años de intentarlo con todas mis fuerzas, con 8h de estudio diario (cronometrado), sólo descansando las tardes de los domingos, me quedaba a las puertas y me tocó volver a la vida laboral…

Volví a mi antiguo puesto, que me habían dejado las puertas abiertas y a la vez seguí estudiando, esta vez opositaba a todo lo que podía, policía local, agente de parques….

Hasta que en 2009 aprobé de Agente de Movilidad.

¡Por fin un puesto de funcionario, algo soñado por todo español!

Seguí opositando a bombero 3 años más sin ningún resultado, puesto que ya tenía menos tiempo para prepararlo.

En 2010  empecé a darme cuenta de que no era feliz trabajando ahí, que no me gustaba pasar horas escuchando el sonido de los claxon, los insultos de la gente cuando estás haciendo tu trabajo, estar con frío y humedad en invierno, asado de calor en verano, tragando humo de coche…

Sentía que estaba tirando un tercio de mi día, de mi vida, en algo que no me hacía feliz.

Me imaginaba tener que estar ahí hasta los 60 y cómo me sentía ahí, y decidí hacer algo, no sabía el qué, porque hasta donde llegaba mi educación ya estaba en el TOP de los empleos (sueldo para toda la vida y en un sitio que no te pueden echar).

Así que un día cayó en mis manos un libro que se llama “Padre Rico, Padre Pobre” de Robert Kiyosaki, y me abrió un mundo.

Descubrí que había gente que sabía cómo generar diferentes tipos de ingresos, y lo mejor de todo: ¡había escrito sobre ello!

Así que empecé a formarme en otras formas de generar ingresos que no fueran las que nos enseñan en el colegio:  Autónomo, dueño de negocio, inversor…

Empecé a seguir grandes consejos de autores (Todos ellos recomendados en descarrila.com) como Raimon Samsó, Sergio FernándezT. Harv Eker… de este último aprendí a gestionar mi dinero y empecé a hacer mis pinitos en inversiones.

Él dice: invierte un 10 % de la cantidad de dinero que quieras gestionar al mes.

Al principio, no sabes dónde meterlo y lo más posible es que falles… y así pasaba, que fallaba y al mes siguiente tenía que invertir otro 10%, eso sí, con un poco más de sabiduría, ya que al menos sabía dónde no ponerlo.

Así iba aprendiendo, fallo tras fallo aprendizaje tras aprendizaje.

Me llamó la atención que en la mayoría de los libros había un sistema de negocio que recomendaban mucho, el Network Marketing, lo recomendaban como una industria en la que para entrar no requieres tener muchos conocimientos ni mucha inversión pero que, con ganas de aprender y crecer, podrías llegar a tener unos ingresos pasivos muy interesantes.

Ese punto me gustó, así que me formé en ese tipo de industria y me puse en búsqueda de una empresa que cuadrase con mi persona, que el producto me gustase, el plan de compensación fuera interesante y que estuviera en un buen momento de crecimiento…Tardé año y medio en decidir. 


Durante ese tiempo, como leía tanto sobre emprendimiento y cómo monetizar tu pasión, empiezo con mi novia de entonces, mujer ahora, a generarnos una marca personal con el baile y a profesionalizar nuestra pasión: el baile y la formación.

He de decir que, gracias a ella, he aprendido a tomar más decisiones desde el corazón y no tanto desde la cabeza.


Como bien ponía en los libros que leía, empiezo a diversificar: por un lado creciendo profesionalmente en el baile, por otro en una compañía de network marketing y por otro con mi puesto de funcionario.


Me gustaría decir que fue fácil, pero no es así, el día sólo tiene 24h. y lógicamente me tenía que quitar horas de sueño para poder con todo, pero merecía la pena el esfuerzo pensando en la recompensa que vendría con el tiempo. 


En 2012 tomé una decisión difícil: comunicar al mundo que en 2015 dejaría mi puesto de funcionario… aún puedo oír las burlas y risas de mis compañeros. 


Seguí trabajando duro, pero llegó el 2015 y aún no tenía los ingresos suficientes entre el baile (mi pasión) y el network marketing como para poder dejarlo.

Muchos compañeros se burlaron… «No decías que en 2015 nos dejabas…» Tuve que agachar la cabeza, pero seguía sin rendirme.

Rara vez los visionarios llegan a conseguir sus objetivos en plazo, pero siempre se quedan muy cerca, llegan mucho más alto que los que son «realistas».


Finalmente en 2017, ya tenía mi propia escuela de baile con mi mujer (siendo ella la encargada de la gestión) y unos ingresos interesantes en Network Marketing, y ahí llegó por fin mi momento: pude renunciar definitivamente a mi puesto de funcionario.

En ese momento mis compañeros tuvieron diversas reacciones:

Algunos me dijeron…»¿No te ibas a ir en 2015?» . Estos son los que tiran por tierra a los visionarios, en vez de mirar el logro, buscan darse la razón de alguna forma.

Y otros me dijeron…»Sabíamos que lo conseguirías, nos alegramos mucho por ti. Te lo mereces».

Esto me hace pensar que la gente no sabe gestionar lo que no entiende, o lo que para ellos es imposible, y lo exteriorizan con burla y risas, pero cuando se les demuestra que es posible, te apoyan al 100%, sólo hay que aguantar ese inicio duro.

Actualmente vivimos del baile con varias Marcas:

Escuela de baile La Clave

Lety y Dani Bailarines y profesores internacionales de Kizomba

Método LyD de formación para profesores de baile en pareja

También sigo creciendo con mi equipo en la empresa de network marketing que elegí.

Ya vamos haciendo nuestros pinitos en la inversión inmobiliaria, y gracias al network marketing he desarrollado otra faceta mía 100% pasional y conectada con mi ser que es la de inspirar y ayudar a otros a mejorar sus vidas, algo que no en mucho tiempo empezaré a desarrollar con otra marca personal que se está fraguando en mi cabeza.

Doy gracias a todos esos autores que escriben sobre educación financiera, emprendimiento y crecimiento espiritual porque gracias a ellos he sabido crecer desde esos escasos 1000 euros al mes a la libertad y vivir de mis pasiones sin dejar de ser feliz en el camino, viviendo cada momento.

Y por supuesto agradecer a Leticia Torres, la persona que me acompaña en el camino apoyando y ayudando en cada una de mis decisiones.”

Y nosotros, desde el #ProyectoDescarrila, damos gracias a Dani Bermejo por inspirarnos con su historia, con su perseverancia y su visión.

Cuando conocimos a Dani aún trabajaba de agente de movilidad, llevaba ya tiempo explorando diversas empresas de network marketing y supo abrirnos los ojos a una realidad muy diferente, plena de posibilidades en la que le hemos visto crecer, paso a paso, pudiendo garantizar cada logro de los que menciona en su historia.

No es una historia sacada del cine. No es una historia inventada.

Aquí le tenéis de agente:

Y la imagen victoriosa que compartió cuando por fin concluyó esa etapa:

Aquí en su faceta artística, junto a su mujer y compañera de baile, Lety:

Lety y Dani Kizomba

Y aquí en su faceta profesional de network marketing y desarrollo personal, dando conferencias e inspirando a nuevos visionarios a seguir los pasos de éxito que él mismo ha recorrido con esfuerzo, dedicación y determinación:

Puedes encontrarle en Facebook (@DanielBemerjo8.8) e Instagram (@dabergo), además de en la web de su Escuela de Baile, en su Escuela de Formación de Profesores de Baile y en Leti y Dani Kizomba.

Ya has visto que es posible.

No hay excusas.

Todo lo que necesitas, está al alcance de tu mano y dentro de ti.

Y si necesitas apoyo, guía, inspiración… ¡Dani es tu opción!

Y como él, muchas otras historias inspiradoras, reales, de aquí mismo, no del otro lado del charco, idílicas y lejanas, no, de aquí, de carne y hueso, te esperan en el #ProyectoDescarrila para animarte a dar ese paso que te saque a ti también de las vías y te permita vivir de tus sueños y pasiones, como cuenta de primera mano nuestro querido Daniel Bermejo.


¡Gracias, Dani!


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