¿Qué es eso del paseíto chino?

Dícese, en mi casa, de la buena costumbre de pasear después de comer para bajar la comida y mejorar la digestión.

Hice un curso online hace tiempo, a través de Miriada X, que dirigía el Dr. Steven MacGregor. El curso se llamaba Triunfa con SEP: El modelo para mejorar la salud, los negocios y la vida (visitable en el enlace) y hablaba de pequeños hábitos para un mejor desempeño ejecutivo.

Sin ánimo de desvelar los secretos del curso, muy bien estructurado y expuesto por el mentado ponente, me gustaría compartir con vosotros algunas de las claves, archiconocidas por otro lado, de lo que se consideran hábitos saludables para los negocios y la vida, y que una vez empiezas a poner en práctica, cambian completamente tu forma de pasar por la vida o, si realmente los aplicas: vivir.

En primer lugar, y muy relacionado con el título de éste post, está el MOVIMIENTO:

Evitar el sedentarismo

Fue precisamente la anécdota que comentaba el Dr. MacGregor sobre su observación de la costumbre china de pasear tras la comida, la que da título a éste texto.

A lo largo de mi vida, mi costumbre al terminar de comer era continuar sentada o moverme lo justo para sentarme en otro lugar (por trabajo, por lectura de reposo o por el motivo que fuera) o incluso, en casos de comidas muy copiosas y tiempo libre, recostarme a modo de siesta (nunca he podido tumbarme a dormir después de comer, pero sí me acurrucaba entre cojines de forma más o menos cómoda y digna).

Cuando comía fuera de casa y casi por exigencias del guión, sí que paseaba hasta el siguiente punto del día y casualmente esos días me sentía más ligera por la tarde, con una digestión más equilibrada. (Esto sin entrar en cuestiones nutricionales de qué comía y qué como ahora, que da para otro post).

A raíz de aquel curso, aunque pudo haber sido una conjunción de cosas, porque precisamente me apunté a él en un proceso de cambio personal, empecé a considerar seriamente la buena costumbre del “paseíto chino” y aunque no siempre es posible, ahora tratamos de salir a andar un rato después de comer, aunque cueste. Para eso es una buena opción convivir con un perrete, aprovechas que le sacas a mediodía y en lugar de sacarle antes de comer, le sacas después 😉

Además, en éste curso promovían una contradicción estupenda para los perezosos: “si estás cansado, date un paseo” (o lo que en mi cabeza suena al ritmo de Stand up and Fight de Turisas: Stand up and walk!. La música siempre le da más potencia de cambio al asunto)

Otra de las claves que mencionaba el curso es la RECUPERACIÓN:

Descansar adecuadamente

La premisa que determina el buen descanso, dicen, es el cansancio con el que llegas a dormir. Es decir, que si no te mueves lo suficiente durante el día, no alcanzas el sueño profundo que te recupera.

Puedes trabajar duro, muchas horas, pero si no movilizas tu organismo, aunque sea andando un mínimo de media hora diaria, no tendrás suficiente “cansancio” cual moneda de cambio para el barquero (solo que en lugar de al reino de Hades, al de Morfeo).

Por supuesto influyen otros factores, como las preocupaciones y el estrés. Por eso, además de procurar tener un buen nivel de ejercicio a lo largo del día, es importante prepararte para dormir… Sí, tómatelo en serio. Preparar el sueño como una tarea más de tu lista de objetivos.

Desconecta un rato antes de irte a la cama, fuera móviles, fuera trabajo, fuera tareas pendientes. Es preferible que en el espacio que utilizas para descansar no haya ordenadores, ni televisión, ¡ni teléfono móvil! Utiliza un despertador de los de toda la vida o deja el móvil en otra habitación, aunque sea tu alarma (así seguro que te levantas para apagarla :P). (Próximamente extenderemos la información sobre técnicas de descanso)

De cara a una mejor productividad, y siguiendo los pasos del curso, que está enfocado al ámbito profesional, hablaban también del FOCO, quiere decir:

Centrarnos en lo esencial

Esto puede utilizarse tanto en el medio profesional/laboral como en la vida cotidiana. Vivimos en una época de distracciones continuas, bombardeos de información y adicción a la conexión. Es imposible estar atento a todo. Es imposible dedicar el 100% de tus recursos mentales con tanto estímulo.

Decía el Dr. MacGregor:  “evita el multitarea”. Yo siempre he sido muy multitask; hacía cosas de lo más variopintas todas a la vez, mis días estaban plagados de actividades incesantes, muy diferentes entre sí, que impedían que prestara toda mi atención a un único tema y aún a día de hoy me cuesta centrarme en una sola cosa a la vez, en un solo proyecto, en una sola actividad, pero he tomado la determinación, después de muchas lecturas, cursos y experimentos personales, dada mi naturaleza difícil de domesticar, de centrarme por periodos en cada cosa.

Estar siempre ocupado no es eficaz. Hay que permitirse pausas. Hay que diferenciar unas tareas de otras con espacio entremedias y entrenar la atención para poder volcarla completamente en lo que haces durante el periodo de tiempo que lo vayas a hacer.

Por supuesto, otro gran secreto del método que proponen, aunque también archiconocido si nos ponemos a pensar con cabeza en hábitos saludables, es el COMBUSTIBLE:

Lleva una alimentación saludable

Si te alimentas de forma equilibrada, y no hablo de hacer dietas de adelgazamiento, sino de comer adecuadamente porque sí, por salud, tu organismo funciona con más ligereza y efectividad, lo que unido a un poco de movimiento diario, ayuda a dormir mejor y descansar más… es como un círculo vicioso.

Comer + Paseíto chino = Descanso = Mejor rendimiento

En la Senda de la Naturaleza encontrarás mucha información y enlaces a gente muy sabia que sabe de lo que habla en el tema de la nutrición y alimentación saludable, así que no voy a extenderme mucho aquí, pero está claro que el combustible que le metemos a nuestro motor determina el rendimiento diario y además influye en muchas otras cosas (estado de ánimo, desarrollo o sanación de enfermedades, rendimiento deportivo y mental, etc)

Como última clave y yo diría que eje de la rueda está el ENTRENAMIENTO:

Adquirir hábitos saludables

Todas estas pautas están muy bien, pero hay que ponerlas en marcha para que surtan algún efecto. Hay que moverse, descansar adecuadamente, aprender a enfocarnos y alimentarnos adecuadamente y hay que hacerlo de continuo. Es increíble el poder de la práctica deliberada, la capacidad de cambio de hábitos que llegamos a tener si nos aplicamos conscientemente a ello.

En el curso proponían una serie de entrenamientos concretos, físicos, de tonificación, fáciles de hacer en periodos de tiempo muy cortos pero intensos.

Aquí prefiero aplicar el concepto de ENTRENAMIENTO de una forma más holística y aplicada a esos pequeños pasitos hacia una vida más saludable que son, resumiendo:

  • Evitar el sendentarismo
  • Descansar adecuadamente
  • Centrarnos en lo esencial
  • Alimentarnos adecuadamente
  • Adquirir hábitos saludables ¡y mantenerlos!

¿Y tú? ¿Qué hábitos sigues para una vida activa, saludable y plena?

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